Los Tweets de El Greco

El Greco tiene cuenta en Twitter. ¿Es broma, no? Pues No.

Doménikos se maneja bien en las redes sociales, las utiliza con ese aire  altivo que describe su carácter y no está solo. En Roma, Alejandro Farnesio, cuya voz suena fuerte en la ciudad eterna, pone el  tono sibarita en Instagram. Desde Venecia, Tiziano, al que estas tecnologías pillan algo mayor, empieza a tontear con Facebook y Felipe II, austero y reservado,  confía en la profesionalidad de Linkedin. ¡ Pero si era el siglo XVI ! …lo sé, pero en este faro todo es posible.

Roma, otoño de 1572

 

 

 

 

 

 

 

 

Este fue el Tweet con el que el Greco expresó su opinión sobre la obra cumbre de Miguel Ángel, que aunque había fallecido cuando El Greco llegó a Roma seguía siendo, junto con Rafael, el artista más valorado de Italia. Doménikos Theotokópoulos, admiraba y despreciaba con igual pasión a Miguel Ángel. De hecho aunque criticaba su exceso de teatralidad y cadencia por la línea estudió con esmero la obra del genio manierista. Pero antes de llegar a Roma. El Greco pasó 4 años en Venecia ¿Qué se trajo de allí?

 

 

 

 

 

 

 

En Venecia, Tiziano utiliza Facebook para promover  una nueva corriente que pretende emocionar a través del color. Un estilo sincero a base de tonos cálidos y brillantes y del  uso envolvente de los efectos atmosféricos en el lienzo. Cuando El Greco llegó a «La Serenísima» fusionó la tradición artística bizantina con la iconografía occidental renacentista . Así narra en Twitter El Greco su aprendizaje del ya anciano Tiziano, pero también de Veronés, Tintoretto y Bassano.

 

 

 

 

 

 

 

 

A través de Instagram, El Greco explica la notable influencia de la Escuela Veneciana en su obra  «Curación del nacido ciego»

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuando Doménikos  llegó a Roma pasó a formar parte del exquisito círculo intelectual del cardenal Alejandro Farnesio. El Greco se alojaba en el ático de su hermoso palacio, decorado con frescos de Aníbal Carracci entre otros artistas. Fue este contacto con las altas esferas intelectuales lo que avivó en El Greco su segunda gran pasión: Leer.

Tras varias desavenencias personales debido al choque de caracteres del cardenal y del Greco y de las declaraciones del cretense sobre la obra de Miguel Ángel, el pintor fue expulsado del palacio y tras abrir su propio taller en Roma sin demasiado éxito decidió partir hacia España.

Provocación en Instagram  de Alejandro Farnesio a la altanería de El Greco.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Además de las afrentas de Farnesio ¿Qué pudo provocar que Doménikos pusiese su ambiciosa vista en España? Posiblemente la publicación en Linkedin de este anuncio…

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Greco expresó en Twitter su intención de presentarse a este «concurso»

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En 1580 Felipe II encarga al prior de El Escorial lo siguiente :

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Greco realizó «San Mauricio y la legión tebana», obra en la que se aparta de la iconografía religiosa imperante tras el Concilio de Trento. El artista representa en este cuadro el momento en el que San Mauricio y sus compañeros fueron ejecutados por negarse a renunciar a su fe cristiana pero de una forma completamente insólita. El manierismo de El Greco llega en esta obra a su máximo esplendor tanto en tratamiento de la figura humana (proporciones y escorzos) como en la composición (disminuciones violentas de escala y uso del paisaje como símbolo, como las rocas que aluden a la firmeza de la fe de los protagonistas).

Tal vez por gusto personal, o para ganarse el favor de Felipe II, El Greco incluye dos referencias a Tiziano: Los vibrantes colores de la Escuela Veneciana y retratos reales de personajes de la época ( en este caso dos capitanes victoriosos de las campañas de la Corona española) como hizo Tiziano en su obra «La Gloria» en la que incluía a Carlos V, Isabel de Portugal y al propio Felipe II. Pero a pesar de la energía que El Greco puso en este encargo, la aventura se torció y en 1584, Felipe II rechazó la obra. El monarca no comulgó su forma de pintar. 

Tras abandonar su aspiración de trabajar al servicio del rey español, Doménikos amplió su taller y comenzó a trabajar en retablos para capillas y monasterios en Toledo, donde se estableció de forma definitiva.

Como retratista El Greco fue un fenómeno representando el alma a través de los ojos y de las manos. Sim embargo su impronta en la pintura no se reconoció hasta el XIX, gracias a la reivindicación de los románticos por el arte personal y extravagante del cretense.

 

 

El Greco en España y Caravaggio en Italia se posicionaron como maestros del tenebrismo. En concreto Caravaggio llevó a su máximo exponente la sinceridad de la pintura de Tiziano, desembocando en un naturalismo barroco visceral y dramático.

En este año, en el que se conmemora el IV Centenario de la muerte de El Greco, El faro de Hopper os anima a investigar su figura, en Toledo, en el Museo del Prado ¡Y por supuesto imaginar! como en este ejercicio en el que, por un momento, aquel siglo XVI hizo buen uso de las tecnologías de hoy.