En los zapatos de Velázquez con Javier Olivares

Velázquez siempre está presente en aquellos que amamos el arte, pero para comprender el corazón de un hombre hay que ponerse en sus zapatos. Sentir el suelo que tuvo bajos sus pies y experimentar los retos a los que se enfrentó. Yo te propongo un recorrido con los zapatos de Velázquez, primero en un maravilloso libro y luego en una visita guiada al Museo del Prado que podemos hacer cuando quieras previo encargo en info@elfarodehopper.com Pero, como todo viaje  empieza con un primer paso, ponte los zapatos y vámonos.

En mi encuentro con el Velázquez de «Las Meninas» del libro de Javier Olivares y Santiago García sentí lo que yo llamo «flechazo al vacío» Cuando una historia me abstrae todo se para, y así me quedo felizmente «envasada al vacío» protegida de toda molestia exterior mientras disfruto de la lectura. Esta obra en formato cómic es un auténtico placer, por eso lo leí una vez, y paraba para reírme porque es una obra de fino humor, lo leí dos veces, y paraba para encontrar ese segundo sentido, y así se convirtió para mi en lectura recurrente.

Por cierto, de mi encuentro con Javier Olivares me llevo esta dedicatoria tan especial para El faro de Hopper.

Javier Olivares y yo tomamos un  refrigerio en el fresco Madrid (refrigerio sí) que tal vez es lo que hubiese dicho Velázquez si hubiese vivido en los años 60, pero Diego de Silva y Velázquez fue un hombre del siglo XVII, un barroco, admirador de Tiziano, estudioso de Leonardo, impresionado por Caravaggio, devoto de Tintoretto; Pero sobre todo, muy Velázquez, ¡Cómo me emociona! y tú, Querido lector y amigo, te vas a emocionar y divertir si te haces con esta obra que ya te recomendó el faro anteriores ocasiones.

¿Y el asunto del zapato? 

Vamos, vamos al zapato que no es asunto banal. Resulta que los zapatos de Velázquez, haciendo «clack clack» sobre el suelo de Palacio son el inicio de un viaje que me llevó a la Plaza de Alonso Martínez, dónde compartí charla con Javier Olivares sobre Diego, el buen Diego Velázquez, pintor de cámara, pintor de pintores, hijo predilecto de la historia del arte universal.  Si quieres disfrutar  la épica vida del pintor que dignificó el hecho de ser artista como ser intelectual tienes que estar dispuesto a caminar con los zapatos de Velázquez.

Aquí los famosos zapatos con hebilla e Velázquez, puro estilo del XVII

Porque de eso va esta historia, esta obra cuidada en texto, ilustración e intención, narra el camino de Velázquez reivindicando la figura del artista, no solo como un artesano que sabe dibujar sino com un ser intelectual y creativo, que con su audacia y técnica crea obras originales e irrepetibles que hablan de cómo él ve el mundo en el que vive…¿A que nos suena?  La mirada, una reivindicación que también había ejemplificado Alberto Durero como hombre renacentista.  Mucho en nuestras Visitas Guiadas de arte en Madrid de que la mirada es lo que hace peculiar al artista, y también al espectador.

Velázquez dio sus primeros pasos como pintor en Sevilla, pero sus zapatos claquetearon  por Madrid y por Italia, no olvidemos que Italia marca un antes y un después en la forma de mirar y pintar de Velázquez y además, Felipe IV lo envió en varias ocasiones a comprar obras de arte a Roma, ciudad de la que el artista parece ser que no tenía muchas ganas de volver y tuvieron que enviar a buscarle… es tan divertida esa parte del libro, yo no sigo, lo tienes que leer y disfrutar por ti mismo. Una pista…Picasso y Dalí también se asoma a esta obra, saltos en el tiempo que nos desgranan historia que transcurren en dos siglos.

Picasso como un totem

Picasso, Goya, Dalí, Francis Bacon, Equipo Crónica y muchos más artistas miraron a la obra de Velázquez para emprender las suyas.

De quién sí te cuento más es de Javier Olivares. En los agitados años 80 empezó como ilustrador en la revista Madriz , ha trabajado en distintas medios como El País Semanal y  El Mundo. Desde que ilustró «Las Meninas» ha dado vida a muchas otras obras que puedes consultar aquí.

Para crear «Las Meninas»  Javier Olivares tuvo referentes como José Muñoz, Emmanuel Guibert o Federico del Barrio entre otros. Me comentaba Javier Olivares que el mayor reto a la hora de ilustrar esta historia fue mantener la coherencia entre un dibujo que narra pero también emocione. Se trata de conseguir una propuesta gráfica variada que sirva siempre a un mismo hilo narrativo.

Javier Olivares, tiene además, muchos rasgos del carácter velazqueño, es meticuloso, revisionista e imaginativo, es capaz de dar frescura a una escena llena de seriedad. Cuando le pregunte: ¿Qué momento del libro te hubiese gustado vivir con el propio Velázquez? , contestó sin dudarlo «El momento en el que dio la primera pincelada a Las Meninas» .…desde luego, qué gran momento…

Primeras pinceladas, el genio trabajando

Por cierto, También tiene arte y parte en esta obra Juan de Pareja, el fiel criado de Velázquez que quería ser artista. Y no cuento más…adelante con la lectura, que leer es viajar en el tiempo y Javier Olivares es un gran guía.

Los protagonistas opinan

Únete a nuestras Visitas Guiadas en Madrid. Pincha para conocer las Próximas visitas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Scroll hacia arriba

Política de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para realizar el análisis de la navegación de los usuarios y mejorar nuestros servicios. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información, o bien conocer cómo cambiar la configuración, pulsando en más información

ACEPTAR
Aviso de cookies