Doménikos se maneja bien en las redes sociales, las utiliza con ese aire altivo que describe su carácter y no está solo. En Roma, Alejandro Farnesio, cuya voz suena fuerte en la ciudad eterna, pone el tono sibarita en Instagram. Desde Venecia, Tiziano, al que estas tecnologías pillan algo mayor, empieza a tontear con Facebook y Felipe II, austero y reservado, confía en la profesionalidad de Linkedin. ¡ Pero si era el siglo XVI ! …lo sé, pero en este faro todo es posible.