Una marquesina me dijo con una palabra todo lo que necesitaba para compreder un mensaje con 70 años de historia. La palabra fue “Les Beiges”, y la marca es Chanel. ¿Qué poder tienen las marcas de una sola palabra? Pues aunque suene redundante, tienen eso, MARCA. Un concepto trabajado a lo largo de los años, apoyado en la eficacia de su tarea pero también en estrategias de comunicación cruzadas que funcionan simultáneamente en varios niveles atacando suavemente a nuestro cerebro, corazón, instinto de pertenecia, de rebeldía, o a los dos a la vez. Pero no es los mismo decir “Rosa” que “El rosa”, la clave para mi reside en el artículo, que parece dar a entender que el color rosa, con todos sus atributos, es propiedad de quien lo nombra. Por eso es “Les Beiges” y no “Beiges” o “Big Beiges” , porque articular una palabra le confiere la potencia de 300. Chanel no habla de “Rouge” sino de “Le Rouge”. Se trata de acotar un territorio emocional. El beige es mio y el rojo también. Para llegar a esto y que funcione hace falta trayectoria y reputación. Es como un romance, para conocerse se necesitan ríos de palabras, pero a medida que la relación avanza las palabras de despojan de hornamentos para hablar de lo concreto, de ti y de mi. ….entonces, ¿Por qué Chanel habla de “nº5” y no de “el nº5”? Quien sabe… mi intuición me dice que en este caso la forma de dotar de significado emocional a un número era, en una sóla palabra, “desnudarlo”.