No hay mejores estilistas que nuestros pintores y Balenciaga lo supo

¿Hacemos de la moda un disfraz para mimetizarnos socialmente?

¿O la utilizamos para resaltar nuestras mejores virtudes? sin falsa modestia.

Francamente, cuando sucede lo segundo es cuando realmente se ve a la persona.

Durante el montaje de «Balenciaga y la pintura española» tuve de oportunidad de charlar con Eloy Martínez de la Pera, comisario de la exposición que viste de alta costura el Museo Thyssen- Bornemisza del 18 de junio al 22 de septiembre.

Allí, bajo luz muy tenue para proteger los vestidos y resaltar las pinturas, recorrimos la exposición deteniéndonos en las audacias y anécdotas que hicieron de Cristóbal Balenciaga el modisto más respetado de la historia de la moda.

Un placer aprender de los que saben

Esta muestra reúne 90 exquisitas piezas del aclamado modisto español junto a pinturas de El Greco, Goya, Zurbarán, Sánchez Coello, Carreño de Miranda y Zuloaga entre otros, procedentes del propio Museo Thyssen, del Museo del Prado, del Museo de Bellas Artes de Bilbao y de importantes colecciones privadas como las de la Casa de Alba y la familia Abelló.

¿Quién nos iba a decir que las primeras influencers están en los retratos de nuestra pintura española? 

Balenciaga y Goya

Aunque esta fue la última pregunta de nuestra agradable charla la expongo de primera, ¿Cómo no formularla aunque parezca recurrente? ,  Eloy Martínez de la Pera construye un relato coherente y distinguido en todas las exposiciones que diseña.

Eloy, ¿Qué es para tí la elegancia?

Balenciaga prefería las telas con peso, con caída, que enriquecía con bordados a mano de pedrería y lentejuelas. Buscaba las líneas puras, trabajaba con costuras invisibles que sirven para dar estructura; creando auténtica arquitectura de la belleza femenina; lo que se conoce como «costura», que en el caso de Cristóbal Balenciaga es siempre «alta costura», pues jamás diseñó prêt-à-porter.

Balenciaga seleccionaba cuidadosamente cada detalle de sus diseños; botones, pedrerías, lentejuelas, todo al servicio de lograr un diseño silueta sofisticado pero ligero, Precisamente como los mantos de las pinturas de El Greco.

Balenciaga y El Greco

Desde los años 40´a los 60´, Balenciaga vistió a las mujeres más fascinantes de su tiempo, actrices, princesas, aristócratas (Grace Kelly, Marlene Dietrich, la marquesa de Llanzol) Sin embargo, Balenciaga se tomó tan en serio su trabajo que puso más empeño en innovar con hechuras y tejidos que en convertirse en una socialicté. Pero, en el espectro de los grandes diseñadores del siglo XX ¿Qué hace a Balenciaga tan especial?

Imaginemos al jovencísimo Cristóbal (Guetaria, 1895) ayudando a su madre, Martina, que trabaja como costurera para las mejores familias de la zona de Guipúzcoa. Es precisamente en el palacete de los marqueses de Casa Torres donde conoce de primera mano las puntadas de los mejores sastres y modistos de Londres y de París y donde las pinceladas certeras de Velázquez y las vaporosas veladuras de El Greco avivan la intensidad de su vocación. Balenciaga no se conformará con crear piezas originales, sino que sus creaciones van a rediseñar el armario de la mujer.

La devoción de Balenciaga por la pintura española le convirtió en el mejor traductor de la belleza de las obras de artistas como Goya o El Greco, de los que extrajo sin pudor la energía de colores que hasta entonces parecían no atreverse a pasar del lienzo a la silueta de la mujer moderna.

¿Cómo exportó Balenciaga los colores del El Greco a París?

 

Balenciaga supo entender la tradición de la corte española, cuando fue la monarquía más importante del planeta. Allá por el siglo XVI, Felipe II exportó el color negro como seña de identidad de la regia majestad hispánica y cuatro siglos después, el modisto español hizo del negro aterciopelado un emblema único que definía la identidad de la moda española.

 

Balenciaga y Zurbarán compartían la construcción escultórica de los volúmenes; cuellos perfectamente estructurados que mantienen su forma. Tules, encajes y tejidos vaporosos unen a Goya y a nuestro modisto en el tiempo; bordados y encajes en los vestidos de cocktail y de noche que nos trasladan a la corte barroca; y ya entrando en la pintura del siglo XX, Balenciaga recupera con acierto la tradición del folklore que reflejan las pinturas de Zuloaga.

Vestido corte pavo real y Anunciación de El Greco
Balenciaga y Zurbarán

Los volúmenes trabajados como si las telas fuesen dóciles en sus manos, la brillante idea de  trasladar el escote hacia la espalda que estiliza y aporta gracilidad a las mujeres que lucían sus diseños. El famosos vestido «baby doll» creado en 1958 o  la silueta pavo real, son diseños originales de Balenciaga que diseñadores posteriores han revisado como formas ya icónicas.

La exposición acoge el último encargo de Cristóbal Balenciaga, el vestido de novia de Carmen Martínez – Bordiú pero pedí a mi excelente anfitrión que comentase otra pieza que ya es parte de la historia, el vestido de Fabiola de Mora y Aragón para su boda con el rey Balduino de Bélgica. 

¿Cómo doto a Fabiola de elegante majestad?

A medida que avanza la charla con Eloy Martínez de la Pera, me siento más orgullosa del talento español y de la contribución de creadores como Balenciaga.

Siempre he creído que  como hecho cultural y social, el arte y la moda, en muchas ocasiones, se han adelantan a  los cambios, dando forma e identidad a cada época de la historia.

¿Cómo se encuentran «moda y arte» en esta exposición?

Si como a mí, te encanta fijarte en los detalles y apreciar la textura de los tejidos, podrás deleitarte en esta exposición con las audacias de Balenciaga, que además de conocer a la perfección la caída y prestancia de cada tela, se aventuró a innovar junto a los fabricantes del sector .

«Gazar de seda» el sello Balenciaga

Tras el profesional está la persona; Eloy Martínez de la Pera me cuenta que Balenciaga amaba su oficio de forma noble y modesta, dando más importancia a su trabajo que a su persona. Por suerte para nosotros, ya podemos disfrutar de sus creaciones en el contexto original del que surgieron, de la inspiración inagotable de nuestra más brillante pintura española.

Si quieres disfrutar de «Balenciaga y la pintura española» con la visitas guiada de El faro de Hopper, escribe a info@elfarodehopper.com 

 

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